Riñón. Perfusión. HE (1). 2x. Panorámica de un riñón de rata que se ha fijado por perfusión. Se distingue la zonación existente en el riñón identificándose la corteza (C), lugar donde se sitúan los glomérulos renales (flechas), la medular externa (Me) y la medular interna (Mi).
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Riñón. Perfusión. HE (2). 4x. Corteza renal (C) donde se encuentran los glomérulos renales (G). Entre ellos, se identifican los rayos medulares (R) como una agrupación de tubos que siguen un trayecto rectilíneo. Más profundamente se sitúa la medular externa (flecha de doble punta), la cual a su vez está subdividida en una banda externa (E) y una banda interna (I). (A: arteria arciforme dilatada por haberse fijado el riñón por perfusión).
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Riñón. Perfusión. HE (3). 10x. Rayo medular (R) recorriendo parte del territorio de la corteza renal. Está constituido por la asociación de varios túbulos colectores que van acompañados de las porciones rectas de las nefronas, las cuales drenan en estos túbulos colectores. A ambos lados del rayo medular se observan varios glomérulos renales (G) y, entre ellos, las porciones contorneadas (flechas) de la nefrona que en conjunto constituyen el llamado laberinto cortical.
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Riñón. Perfusión. HE (4). 20x. En la corteza del riñón se sitúan los glomérulos renales (G), que contienen un denso ovillo capilar (flecha), dilatado por haberse fijado por perfusión. Entre los glomérulos se encuentra el laberinto cortical formado por las porciones contorneadas de los túbulos proximales (P) y distales (D).
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Riñón. Perfusión. HE (5). 40x. Glomérulo renal visto a gran aumento. Es una estructura esférica delimitada por un epitelio plano simple, que forma parte de la cápsula de Bowman (punta de flecha roja). Hacia el interior se encuentra el espacio urinífero (asterisco), cámara nefrógena o espacio de Bowman, lugar donde se recoge el filtrado glomerular. El resto del glomérulo lo compone fundamentalmente el ovillo capilar, con luces amplias por haberse fijado el riñón por perfusión. En la región del polo vascular (flecha) (lugar por donde entra la arteriola aferente y sale la eferente), se identifica la mácula densa (Md) y el mesangio extraglomerular (punta de flecha azul), ambos componentes del aparato yuxtaglomerular.
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Riñón. Perfusión. HE (6). 100x. Detalle del ovillo capilar del glomérulo renal. Está formado por capilares fenestrados, que aparecen con una luz dilatada (asteriscos) y carente de hematíes, debido a que el riñón se ha fijado por perfusión. En relación con estos capilares se identifican una serie de núcleos, que corresponden a células endoteliales (punta de flecha azul) (aquellos que sobresalen hacia la luz del capilar), a podocitos (flecha) (los que se relacionan y hacen relieve hacia el espacio urinífero), y a células mesangiales (punta de flecha roja) (los que se sitúan entre los capilares). Los podocitos constituyen la hoja visceral de la cápsula de Bowman. (U: espacio urinífero . C: hoja parietal de la cápsula de Bowman).
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Riñón. Perfusión. HE (7). 40x. Glomérulo renal donde el plano de corte ha afectado al polo vascular (V), donde se identifica la mácula densa (flecha). En el extremo opuesto se encuentra el polo urinífero (U), donde se aprecia la salida (asterisco) de la cámara nefrógena hacia el túbulo contorneado proximal (P). En este punto hay un cambio brusco de epitelio plano simple a cúbico simple (punta de flecha). (C: hoja parietal de la cápsula de Bowman).
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Riñón. Perfusión. HE (8). 40x. Laberinto cortical situado entre los glomérulos renales (G). Está constituido por el conjunto de las porciones contorneadas de los túbulos proximales (P), que aparecen seccionados en más ocasiones por ser más largos, y de los túbulos distales (D). Los túbulos proximales presentan una luz amplia debido a que la fijación por perfusión mantiene la presión de filtración (cuando el riñón se fija por inmersión se colapsan). Estos túbulos están revestidos por un epitelio cúbico simple, cuyas células presentan en su polo apical un ribete en cepillo (punta de flecha). Los túbulos distales están revestidos por un epitelio cúbico simple sin ribete, y los núcleos están ligeramente desplazados hacia el polo apical donde hacen un cierto relieve hacia la luz.
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Riñón. Perfusión. HE (9). 40x. Sección longitudinal de la porción recta de un túbulo distal (D), revestido por un epitelio cúbico simple, donde los polos apicales (punta de flecha) hacen un cierto relieve hacia la luz del túbulo. En el resto de la imagen se observan diferentes planos de corte de túbulos proximales (P) y, en menor cantidad, túbulos distales (d).
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Riñón. Perfusión. HE (10). 4x. Medular del riñón donde se aprecia la banda externa de la medular externa (Be), la banda interna de la medular externa (Bi), y la medular interna (Mi).
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Riñón. Perfusión. HE (11). 10x. La banda externa (Be) de la medular externa está formada por las porciones rectas de los túbulos proximales (P) y distales (D), además de túbulos colectores (C). En la banda interna (Bi) de la medular externa se sitúan los túbulos colectores, las porciones rectas de los túbulos distales y las asas de Henle (punta de flecha).
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Riñón. Perfusión. HE (12). 4x. La medular interna se estrecha para formar la papila (P), por donde se expulsa la orina definitiva hacia la pelvis renal (asterisco).
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Riñón. Perfusión. HE (13). 20x. Detalle de la medular interna donde los conductos papilares (P) de luz amplia, así como los demás componentes, están seccionados transversalmente. En la rata estos conductos están revestidos por un epitelio cúbico simple, mientras que en otras especies, como la humana, es prismático simple. Entre estos conductos papilares se sitúan las asas de Henle (H) y los vasos rectos (V). Al estar fijado el riñón por perfusión y haberse dilatado y vaciado los capilares de hematíes, resulta algo más difícil diferenciar ambas estructuras. Por lo general, los capilares tienen una pared más fina.
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Riñón. Inmersión. HE (1). 2x. Panorámica de un riñón fijado por inmersión. Se distingue la corteza, con la presencia de los glomérulos renales (G) y de rayos medulares (R). Más profundamente se sitúa la medular externa (Me) y la medular interna (Mi).
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Riñón. Inmersión. HE (2). 4x. Corteza de un riñón fijado por inmersión. Si se compara con un riñón que ha sido fijado por perfusión, este método de fijación implica que los glomérulos renales (G) se encuentran algo más empastados, los túbulos proximales colapsados, y la mayoría de los vasos sanguíneos con hematíes en sus luces. Sin embargo, las luces de los túbulos distales y colectores no se afectan. (R: rayo medular).
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Riñón. Inmersión. HE (3). 10x. En la corteza de un riñón fijado por inmersión, los glomérulos renales (G) aparecen más compactados, con hematíes en el interior de los capilares que componen el ovillo glomerular. En algunos glomérulos se aprecia la mácula densa (flecha) como componente del aparato yuxtaglomerular. Los túbulos proximales (P) presentan, con este sistema de fijación, una luz muy estrechada, casi colapsada, mientras que los túbulos distales (punta de flecha roja) y los colectores (punta de flecha azul) mantienen una luz amplia.
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Riñón. Inmersión. HE (4). 4x. Región de la medular del riñón, entre la medular externa (Me) y la medular interna (Mi). Entre las porciones tubulares de la medular externa, se observan vasos (flechas) repletos de hematíes debido a que el riñón se ha fijado por inmersión.
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Riñón. Inmersión. HE (5). 10x. Medular interna de un riñón fijado por inmersión, donde se observan conductos papilares (P), asas de Henle (flechas) y capilares sanguíneos llenos de hematíes (puntas de flecha).
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Riñón. Inmersión. HE (6). 20x. Medular interna de un riñón fijado por inmersión donde se observa la fusión de los túbulos colectores (flecha) para formar conductos papilares o de Bellini. Estos conductos están revestidos por un epitelio prismático simple.
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Riñón. Inmersión. HE (7). 40x. Sección longitudinal de un túbulo colector. Está revestido por un epitelio prismático simple bajo, donde se identifican células claras de citoplasma pálido (flecha), que se entremezclan con células densas o intercaladas (punta de flecha). (Asterisco: asa de Henle. C: capilar con hematíes en su interior).
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Riñón. Inmersión. HE (8). 20x. Conductos papilares (P) situados en la medular interna del riñón, seccionados transversalmente. Se encuentran revestidos por células prismáticas bajas, con núcleo redondeado. Entre estos conductos, se identifican asas de Henle (H) y capilares (flecha) repletos de hematíes, correspondientes a los vasos rectos.
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Riñón. Inmersión. HE (9). 40x. Medular interna vista a gran aumento, donde se encuentran luces amplias de conductos papilares (P) revestidos por células principales (flecha), de citoplasma pálido y núcleo redondeado, habiendo entre ellas alguna célula intercalada (punta de flecha), de citoplasma más denso. En el espacio que hay entre los conductos papilares, se identifican las asas de Henle (H) y los capilares sanguíneos con hematíes en su luz (C), correspondientes a los vasos rectos.
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Riñón. PAS (1). 4x. Panorámica de la corteza de un riñón fijado por perfusión y teñido con la técnica del PAS. En la corteza destaca la tinción positiva de los glomérulos renales (G) y de los túbulos proximales que, además de verse en la corteza, también se encuentran en la banda externa de la medular externa (Be). (Bi: banda interna de la medular externa).
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Riñón. PAS (2). 10x. En la corteza renal, con la técnica del PAS destacan los glomérulos renales (G) por presentar abundantes y gruesas membranas basales. Respecto a la porción tubular, se tiñe con el PAS el ribete en cepillo de los túbulos proximales, tanto en la porción contorneada (flecha), como en las porciones rectas (punta de flecha) que acompañan a los túbulos colectores (C) en los rayos medulares (flecha de doble punta).
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Riñón. PAS (3). 20x. En los glomérulos renales de la corteza renal destaca, con la tinción del PAS, la positividad de las membranas basales del ovillo capilar (flecha azul) y de la propia matriz mesangial (asterisco), así como de la membrana basal de la hoja parietal de la cápsula de Bowman (punta de flecha azul). En el laberinto cortical es llamativa la tinción tanto del ribete en cepillo (flecha roja) de los túbulos contorneados proximales, como de las membranas basales (puntas de flecha rojas) de todas las formaciones tubulares que se encuentran en la corteza.
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Riñón. PAS (4). 40x. Positividad del ribete en cepillo (flecha) de las células cúbicas que revisten los túbulos proximales. (D: túbulo distal).
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Riñón. PAS (5). 100x. Detalle con el máximo aumento de la positividad del ribete en cepillo en las células que revisten los túbulos proximales.
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Riñón. PAS (6). 10x. Zona límite entre la banda externa (Be) de la medular externa, donde destaca la PAS positividad del ribete en cepillo de las porciones rectas de los túbulos proximales, y la banda interna (Bi) de la medular externa, donde desaparecen estos túbulos, estando formada por los túbulos distales, túbulos colectores y asas de Henle.
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Riñón. Fosfatasa ácida (1). 4x. La técnica de la fosfatasa ácida muestra los lisosomas. En la corteza renal (C) las regiones teñidas con esta técnica corresponden a los túbulos proximales en su porción contorneada (flecha) y recta (punta de flecha). La porción recta forma parte de los rayos medulares en la corteza y se continúa en la banda externa (Be) de la medular externa. En la banda interna (Bi) de la medular externa, sin embargo, se observan pocos lisosomas porque no hay túbulos proximales.
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Riñón. Fosfatasa ácida (2). 20x. En la corteza renal, destaca la abundancia de lisosomas en los túbulos proximales (P), como se demuestra con la técnica de la fosfatasa ácida. Los glomérulos (G) y otras porciones tubulares de la nefrona apenas tienen lisosomas.
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Riñón. Fosfatasa ácida (3). 10x. Zona límite entre la banda externa (Be) y la banda interna (Bi) de la medular externa. En la banda externa se observan porciones rectas de los túbulos proximales con abundantes lisosomas, mientras que la banda interna aparece muy pálida por la ausencia de túbulos proximales y, por tanto, se tiñe muy poco con la técnica de la fosfatasa ácida. (Mi: medula interna).
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Riñón. Fosfatasa ácida (4). 40x. Detalle de los túbulos proximales (P) cargados de lisosomas con intensa actividad fosfatasa ácida. En los espacios claros (asterisco) se sitúan otras porciones tubulares que prácticamente carecen de lisosomas.
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Riñón. Azul Trypan (1). 4x. Riñón de una rata a la que se le inyectó azul Trypan por vía intraperitoneal. En el riñón este colorante vital se filtra en el glomérulo y posteriormente es captado por los túbulos proximales (flechas), lugar donde se observan partículas azules en el citoplasma de las células que revisten estos túbulos de la nefrona. Se ha aplicado un contraste nuclear rojo para que no enmascare el color del azul Trypan. (C: corteza. Me: Médula externa).
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Riñón. Azul Trypan (2). 10x. Corteza de un riñón de un animal de experimentación al que le ha sido administrado azul Trypan. Las estructuras teñidas corresponden a los túbulos proximales (flechas) que han captado el azul Trypan filtrado en los glomérulos (G). El resto de las porciones tubulares del riñón no contienen ningún tipo de colorante en su citoplasma.
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Riñón. Azul Trypan (3). 20x. Detalle de la corteza donde se demuestran los túbulos proximales (flechas) cargados con azul Trypan. Este colorante vital se ha filtrado en los glomérulos (G) y lo han captado los túbulos proximales; sin embargo, los distales y colectores no contienen colorante en su citoplasma porque no tienen la capacidad de captar partículas.
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Riñón. Peroxidasa (1). Panorámica de un corte de riñón donde se ha efectuado la técnica de la peroxidasa, demostrando la abundancia de peroxisomas en los túbulos proximales. Destaca la tinción tanto de la corteza (C) como de la banda externa (Be) de la medular externa, que son lugares donde se localizan estos túbulos.
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Riñón. Peroxidasa (2). 10x. Corteza renal donde se aprecia una intensa tinción de los túbulos proximales con la técnica de la peroxidasa por tener abundantes peroxisomas. Se observan tanto en el laberinto cortical (flechas), como en las porciones rectas que forman parte de los rayos medulares. (Los pequeños puntos muy oscuros son hematíes que dan reacción positiva a la peroxidasa).
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Riñón. Peroxidasa (3). 20x. Túbulos proximales de la banda externa de la medular externa, con abundantes peroxisomas, como se pone de manifiesto con la técnica de la peroxidasa. Los túbulos distales y colectores aparecen muy pálidos porque apenas contienen peroxisomas.
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Riñón. Peroxidasa (4). 40x. Detalle de los abundantes peroxisomas presentes en los túbulos proximales (P) del riñón; sin embargo, los distales (D) apenas contienen peroxisomas.
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Riñón. Plata (1). 2x. Panorámica de una sección de un riñón donde se ha aplicado una técnica argéntica para fibras reticulares. En la corteza (C) se identifican los glomérulos (G) y los rayos medulares (R). Más profundamente se sitúa la médula externa (Me) y la interna (Mi).
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Riñón. Plata (2). 4x. Corteza del riñón donde se han puesto de manifiesto las fibras reticulares con una técnica argéntica. La gran mayoría de las fibras pertenecen a las membranas basales de las porciones tubulares de la nefrona. En los glomérulos renales (G) se han impregnado con la plata tanto las membranas basales como la matriz mesangial.
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Riñón. Plata (3). 20x. Detalle la corteza del riñón donde se aprecian las fibras reticulares impregnadas con la plata. Destacan las membranas basales (punta de flecha) en el espesor del ovillo capilar del glomérulo renal (G). Entre los glomérulos se pone de manifiesto el entramado tridimensional de las fibras reticulares (flecha) asociadas a las membranas basales pertenecientes a las porciones tubulares (asteriscos), que aparecen sin teñir, de las nefronas.
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Riñón. Plata (4). 4x. Zona límite entre la corteza renal (C) (donde se encuentran los glomérulos renales (G) y los rayos medulares (R), así como escasas fibras reticulares rodeando a las porciones contorneadas del laberinto cortical) y la medular externa (Me), situada más profundamente, en la que existe una mayor densidad de fibras reticulares asociadas a las porciones tubulares.
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Riñón. Plata (5). 10x. Entramado de fibras reticulares impregnadas con una técnica argéntica. Son fibras asociadas a las membranas basales de las porciones tubulares (asteriscos) situadas en la médula renal. Con esta técnica no se tiñen las células.
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Riñón. Plata (6). 20x. Detalle de las fibras reticulares que forman una red tridimensional alrededor de las porciones tubulares de la médula del riñón, las cuales aparecen como unos espacios claros (asteriscos), al no teñirse las células epiteliales que los revisten. Estas fibras reticulares pertenecen a la lámina reticular de las membranas basales.
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Uréter. HE (1). Humano. 4x. Sección transversal de un uréter donde se observan pliegues longitudinales de la mucosa (M) que sobresalen en la luz. Los pliegues están revestidos por un uroepitelio (U) y sus ejes están formados por tejido conjuntivo laxo correspondiente a la lámina propia (asterisco). Más hacia el exterior se encuentra la capa muscular (Mu) y la adventicia (A).
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Uréter. HE (2). Humano. 10x. Detalle de la pared del uréter. En estrecha relación con la luz se encuentra la mucosa (M), la cual posee un epitelio de revestimiento de transición o uroepitelio (U), característico de las vías urinarias (las flechas señalan las numerosas células descamadas presentes en la luz debido que es material de autopsia). El uroepitelio se apoya sobre una lámina propia (L) formada por un tejido conjuntivo laxo. Por fuera se encuentra la capa muscular, organizada en una capa interna (Mi) de miocitos lisos dispuestos longitudinalmente y otra externa orientada circularmente (Me). (A: adventicia).
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Uréter. HE (3). Humano. 20x. La mucosa del uréter posee un uroepitelio de revestimiento donde se observa una superposición de células de núcleo redondeado, siendo las células más superficiales de mayor tamaño y existiendo alguna célula binucleada (flecha). El epitelio se apoya sobre una lámina propia (L) y, por fuera, se encuentra la muscular interna (Mi) donde los miocitos lisos se disponen longitudinalmente.
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Uréter. HE (4). Humano. 40x. Detalle de la mucosa del uréter, la cual posee un epitelio de transición o uroepitelio (U), donde destaca el gran tamaño de las células más superficiales (flecha) que se encuentran en contacto con la luz. En el resto del espesor del epitelio se observa una estratificación de células, cuyos núcleos son todos más o menos redondeados. El uroepitelio se apoya sobre una lámina propia (L) formada por un tejido conjuntivo laxo.
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Vejiga relajada. HE (1). 4x. Pared de una vejiga urinaria vacía, cuya pared se encuentra relajada. Se identifica la mucosa (M), que presenta una serie de irregularidades que hacen relieve hacia la luz, y una gruesa capa muscular (Mu). En la parte más externa hay una serosa (S), al estar revestida esta superficie por un mesotelio (flecha).
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Vejiga relajada. HE (2). 10x. La mucosa de la vejiga urinaria posee un epitelio de revestimiento de transición o uroepitelio. Se caracteriza porque sus células más superficiales (puntas de flecha) tienen un aspecto abollonado, sobresaliendo hacia la luz de la vejiga. El resto de las células que componen el epitelio tienen unos núcleos redondeados, detalle que lo diferencia de otros epitelios estratificados. Inmediatamente por debajo del epitelio se sitúa la lámina propia (L) y, más hacia el exterior, la muscular interna (Mi), donde los miocitos lisos se orientan longitudinalmente, y la muscular media (Mm) en la que los miocitos están seccionados transversalmente.
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Vejiga relajada. HE (3). 20x. Pliegue de la mucosa de la vejiga urinaria, revestido por un uroepitelio (U) donde destaca el gran tamaño de las células más superficiales, que poseen un núcleo grande y sobresalen en la luz de la vejiga. Las células más profundas del epitelio son más pequeñas y todas presentan un núcleo redondeado. El eje del pliegue está formado por la lámina propia (L).
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Vejiga relajada. HE (4). 40x. El epitelio de transición o uroepitelio es un epitelio preparado para distenderse. Su aspecto cambia mucho cuando la vejiga está vacía y el epitelio se encuentra relajado, respecto a cuando la vejiga está llena y se distiende (ver la siguiente preparación). Cuando está relajado, presenta un aspecto estratificado donde todas las células tienen un núcleo redondeado y, de forma característica, las células más superficiales son muy voluminosas, sobresaliendo (flechas) en la luz, y presentando un núcleo de gran tamaño. En ocasiones, estas células son binucleadas (asterisco). (Punta de flecha: mecanismos de unión. L: lámina propia).
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Vejiga relajada. HE (5). 40x. Las células más superficiales del uroepitelio son grandes células que sobresalen en la luz de la vejiga, tienen un núcleo grande y emiten finas prolongaciones (puntas de flecha) que profundizan en el epitelio, por lo que se suelen denominar células "en paraguas". (Flecha: mecanismos de unión. Asterisco: célula binucleada. L: lámina propia).
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Vejiga relajada. HE (6). 10x. Capa muscular de la pared de la vejiga (formada por músculo liso), organizada en tres capas: la más interna (I) se orienta longitudinalmente, la media (M) circularmente, y la más externa (E) de nuevo longitudinalmente. (S: serosa).
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Vejiga distendida. HE (1). 20x. Cuando la vejiga urinaria se fija llena de orina, la pared se distiende y cambia el aspecto del uroepitelio (U). En este caso, aparecen menos capas de células y las células más superficiales se aplanan. En la lámina propia (L) los vasos sanguíneos (V) están dilatados porque la fijación del animal se hizo por perfusión.
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Vejiga distendida. HE (2). 40x. Epitelio de transición en una vejiga que ha sido fijada estando distendida. El número de capas de células que componen el epitelio es de tres a cuatro. Las células más superficiales (flecha) se aplanan considerablemente y presentan un citoplasma más teñido que la células globulosas (punta de flecha) que se sitúan inmediatamente por debajo. (L: lámina propia).
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Vejiga distendida. HE (3). 40x. Uroepitelio fijado en distensión. Se observan unas pocas células superpuestas, de citoplasma pálido (punta de flecha), siendo las células más superficiales muy planas y con un citoplasma eosinófilo (flecha). (L: lámina propia).
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